A los médicos se nos encomienda la responsabilidad de cuidar la salud y arbitrar los medios que conduzcan al diagnóstico, pronóstico y tratamiento de las dolencias humanas.
La tarea se convierte en un desafío al conocimiento académico, por cuanto cada persona es un enigma a develar y un camino a investigar respecto a las causas, eventos, interferencias y derroteros que construyen el enfermar. Si nos conformamos con acotar el “objeto” de estudio a los cambios materiales medibles (lesiones tisurales, alteraciones funcionales, bioquímicas, etc.), corremos el serio riesgo, al reducir el espectro, de pretender usar sólo el martillo y transformar todo en un clavo.
Por otra parte, si nos basamos de preferencia en el lenguaje verbal y gestual con que se expresa cada persona, podemos ser llevados a un callejón sin salida, porque cada uno tiene una idea falsa de sí mismo y se encuentra perdido en su tránsito vital.
Sin embargo y apoyándonos en las tradiciones orientales y el nuevo paradigma holístico, podemos inferir que en el biosistema humano, coexisten varios niveles interrelacionados e integrados a una totalidad mayor.
De ahí que nuestra misión se amplifica, aprendiendo a leer, merced a las señales específicas que cada nivel emite, toda esa gama de energía e información, a fin de interpretar cabalmente ese pedido de ayuda y traducirlo en una efectiva terapeútica.
Gracias a los aportes provenientes de las kinesiologías aplicadas/holísticas contemporáneas,y, de la auriculomedicina se termina de configurar una nueva forma de acceso-lectura-corrección de las desarmonías, bloqueos, adaptaciones patológicas y obstáculos al libre flujo energético.
A través de un diálogo silencioso con el paciente, es posible:
- Esclarecer el ORIGEN de la enfermedad.
- Detectar las anomalías implicadas en ella.
- Decodificar la información recogida.
- Respetar la PRIORIDAD a trabajar ,solicitada en la sesión.
- Seleccionar las HERRAMIENTAS más apropiadas al caso.
- Reparar heridas del mundo emocional.
- Establecer el nexo AFECTO-ÉXPRESIÓN SOMATICA-IMPRONTA ENERGÉTICA-PROGRAMA CEREBRAL IMPLICADO.
Por todo lo expuesto, este nuevo arte médico, permite la aproximación, descripción e interacción con este PROCESO EN DESARROLLO DINÁMICO que constituye este sistema viviente. Reconoce que, para restituir la armonía es primordial SABER COMO, CUANDO y EN QUE PUNTO se ha perdido.
Desde la necesidad de un elemento químico, una alineación estructural, un elixir vibracional, un aporte informacional, hasta una protección del campo sutil, se le suministra a cada paciente, SOLO lo que requiere para restablecer su equilibrio. Se cierra así un círculo virtuoso, colocándose el médico como ASISTENTE-COLABORADOR, al servicio de tan preciada meta, reconfortado por la certeza de estar ayudando a conciencia a otr o hermano que se encuentra trabado en la plena realización de su SER.
