ADICCIONES : ¿UN PROBLEMA PARTICULAR?

 

 

Las adicciones representan en la Argentina uno de los grandes problemas de los últimos tiempos, por haber cobrado incidencia en el cuerpo social. Según datos oficiales del Ministerio de Acción Social al 2008 -y esto ha ido aumentando ostensiblemente en los últimos 6 años transcurridos- el 19,5 % de los jóvenes de 15 a 24 años se encuentra sin inserción laboral ni educativa, es decir, al margen de cualquier referencia institucional que los contenga. Este vacío, desorientación, pérdida de sentido y horizonte se “tapa” con el consumo de sustancias -drogas, alcohol, etc- objetos, personas, que acrecienta el malestar generalizado, la violencia, el maltrato y la falta de respeto al semejante, generando un auténtico agujero en las redes sociales y en los valores colectivos.

Según W. R. Grimson refiere en su artículo ”Sociedad de adictos”: ”las concepciones parciales fracasan al enfocar sólo un aspecto aumentando la gravedad de la problemática. En la actualidad diversos autores tienden a desarrollar un modelo integrativo de la comprensión de las adicciones otorgando un peso relativo a factores biológicos, psicológicos y sociales.”

 

Pero es exclusiva de los jóvenes esta conducta perjudicial?

 

Si intentamos definir el término, involucra cualquier comportamiento repetitivo que interfiera con el estar presente ..A su vez, “ADICTO” es alguien dedicado-afecto-inclinado-apegado-partidario-devoto a algo que lo limita, encierra, aparta, separa del resto.

El Dr. Jorge Carvajal Posada, lo enmarca en el MONOCULTIVISMO, que representa el vivir “esclavo” del placer, la recompensa, la seguridad, el poder, para “amortiguar” el DOLOR, la sensación de AISLAMIENTO, el MIEDO y el OLVIDO DE SÍ MISMO.

Cuando en los años ´70 se descubrieron los receptores para opiáceos en el organismo se pudo entender porqué un adicto tiene el sistema inmune “fundido”. Está sometido a un stress opiáceo que es inmunosupresor, perdiendo el autoreconocimiento y la identidad. Esto severifica tanto en el adicto a sustancias exógenas como también por ejemplo en el promíscuo sexualmente que vive a partir del principio del placer a nivel genital, es decir, el adicto a opiáceos endógenos.

En situaciones traumáticas de la vida, por ejemplo una herida o fractura, hay una respuesta adaptativa de supervivencia, a partir de la liberación de acth, cortisol y beta endorfina que produce analgesia y a la vez frena el sistema inmune. Pero si esto se mantiene crónicamente destruye literalmente la inmunidad en el caso de los adictos.

Los opiáceos pueden ser movilizados por una emoción, relación -sistema límbico- o por un estrés, y constituyen una interfase entre el cerebro, la mente y nuestra fisiologia.

Si hay mucho dolor en mi vida -CULPA, RENCOR,REMORDIMIENTO que me anclan al pasado-, como un “estrés sin salida”, puedo caer en las drogas (cocaína-morfina-heroína) u otras dependencias y consumismos.

LA VIDA adquiere sentido cuando conquistamos la PAZ, cuando cambiamos la imagen que tenemos de nosotros mismos y la pregunta de qué espero de la vida a qué ESPERA LA VIDA DE MÍ, qué LE PUEDO DAR YO A LA VIDA.

A nivel de nuestro cuerpo etérico, cada sustancia adictiva tiene afinidad con alguno de los chakras y determina un bloqueo en el flujo vertical de energía hacia los centros superiores y fugas que drenan la energía, por lo que las personas adictas, en vez de irradiar, tienden a absorber el flujo de su entorno.

 

Para ejemplificar con un caso clínico voy a referirme a Flavia -58 años, separada , 4 hijos-, a quien atiendo desde hace unos 10 años por un cuadro de depresión -en tratamiento psiquiatrico-, abulia, pensamientos atormentadores e insomnio. Además era fumadora de 25 cigarrillos diarios. Le indico medicación homeopática, pero luego de una internación y tiempo de discontinuidad en las consultas regresa para el 2008, confesándome que también consumía marihuana desde sus 18 años luego de una ruptura sentimental. En esa consulta le practico auriculoterapia, examino su campo energético, mostrando deficiencia en su energía ancestral y bloqueos múltiples por lo que reordeno con las frecuencias del láser por un lado y con filtros de nicotina y de marihuana por el otro, recorro los centros implicados y los desensibilizo; resumo toda la información corregida en un frasco-gotero (Isovac) y le prescribo la ingesta de 2 gotitas dos veces al día.

Cuando regresa al mes, me comenta que ha mejorado su energía, su ánimo y voluntad, reduciendo el consumo de ambas sustancias en un 50%. En consulta posterior tuvo un retroceso motivado por una situación de miedo con respecto a uno de sus hijos que ella grafica como “sensación de agujero en el pecho”, que efectivamentecomprobé energéticamente en su IV chakra.

Actualmente ha reducido la medicación psiquiátrica y tiene fugaces contactos con las sustancias adictivas y lo refiere así “puedo no fumar, paso muchas horas y no estoy adictiva a la marihuana, me siento contenta, tengo emociones y me cambió la relación con la gente; me siento bien a pesar de los problemas de mis hijos”.

 

 

 

 

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