Cómo se trata el trastorno de ansiedad generalizada?

Primero, hable con su médico acerca de sus síntomas. Su médico debe hacerle un examen y tomarle su historia clínica para asegurarse de que sus síntomas no sean causados por algún problema físico no relacionado. Es posible que su médico le recomiende que consulte con un especialista en salud mental, como un psiquiatra o psicólogo.

Por lo general, el trastorno de ansiedad generalizada se trata con psicoterapia, medicamentos o una combinación de ambos. Pregúntele a su médico cuál es el mejor tratamiento para usted.

Psicoterapia
Un tipo de psicoterapia llamada terapia cognitivo-conductual es especialmente útil para tratar el trastorno de ansiedad generalizada. Le enseña a la persona diferentes formas de pensar, comportarse y reaccionar ante distintas situaciones para ayudarle a sentirse menos ansioso o preocupado.

Medicamentos
Los médicos también pueden recetar medicamentos que ayudan a tratar el trastorno de ansiedad generalizada. Su médico trabajará con usted para encontrar el mejor medicamento y dosis para usted. Hay diferentes tipos de medicamentos que pueden ser eficaces para tratar este trastorno.

Terapias alternativas
Sin dejar de lado el tratamiento médico para la ansiedad, también tenemos las terapias alternativas para enfrentar y reducir los síntomas de la ansiedad:

  • Aromaterapia
  • Flores de Bach
  • Fitoterapia
  • Homeopatía
  • Reiki

Nunca abandone su tratamiento demasiado rápido. Las distintas terapias pueden tomar algún tiempo hasta lograr resultados. Un estilo de vida saludable también puede ayudar a combatir la ansiedad. Asegúrese de dormir lo suficiente y hacer ejercicio, comer una dieta saludable, y recurrir a la familia y los amigos de confianza para apoyo.

Cómo ayudar a una persona que sufre un ataque de ansiedad

Lo prioritario para que un ataque de ansiedad desaparezca es lograr que la persona afectada deje de pensar en los síntomas que está sufriendo. Para ello, Cano recomienda:

  1. Mantener una conversación activa: "La clave es lograr distraer a la persona, aunque no es fácil porque su atención se centrará en lo que cree que la amenaza", explica Cano. Para el catedrático, la forma de que desvíe su atención es "hacer todo lo posible para que el afectado hable".
  2. Ayuda a no magnificar los síntomas: es importante intentar que la persona afectada comprenda que nada de lo que le está ocurriendo puede hacerle año. Mientras hablamos con ella, "hay que intentar hacer ver que son los mismos síntomas que se tienen cuando hacemos un examen o hablamos en público", cuenta Cano.
  3. Normaliza la situación: "Uno de los temores que se dan en el inicio de un ataque de ansiedad es que los síntomas sean observables", explica Cano. Es importante, por tanto, evitar llamar la atención y que se generen corros de personas alrededor del afectado.

¿Y la bolsa de plástico?

En el imaginario colectivo se encuentra la idea de que, frente a un ataque de ansiedad, hay que poner al afectado a respirar en una bolsa de plástico. Esto se debe a que las crisis de ansiedad han estado relacionadas durante mucho tiempo con la hiperventilación, una respiración excesiva que produce una disminución del dióxido de carbono en sangre. Esta reducción produce, a su vez, síntomas asociados a la ansiedad, como mareo o taquicardia.

Sin embargo, la hiperventilación no es la causante de los ataques: un estudio del Centro de Estudio de la Ansiedad de la Universidad de Boston, en el que trataban de inducir ataques de pánico mediante hiperventilación, concluyó que esta no siempre produce una reacción de ansiedad. "Hay a quien puede funcionarle", aclara Cano, "pero la hiperventilación no es el verdadero motor de las crisis", concluye Cano. "Lo es la magnificación y la atención de los síntomas, que es lo que hay que intentar combatir".

A cuántas personas afectan a los Trastornos de Ansiedad?

Los trastornos de ansiedad constituyen uno de los grupos de trastornos mentales más frecuentes. Las cifras pueden variar en función de los parámetros que se tienen en cuenta, pero hay cierto consenso en considerar que 1 de cada 5 personas tendrá un trastorno de ansiedad a lo largo de la vida. En el caso de los niños y los adolescentes esta cifra estaría alrededor de 6 de cada 100.

El número de personas afectadas también varía en función del trastorno, por ejemplo las fobias específicas son el trastorno más frecuente dentro de los trastornos de ansiedad.

Tradicionalmente, se ha considerado que las mujeres tienen un mayor riesgo que los hombres de tener un trastorno de ansiedad, pero las cifras varían en función del trastorno del que se trata y de la edad. Por ejemplo, cuando se habla de trastorno de ansiedad social, la presencia entre hombres y mujeres está más igualada, y en niños y adolescentes la diferencia entre los géneros no es tan marcada como la edad adulta.

Por otro lado, hay varios estudios que indican que las personas con trastornos de ansiedad que no reciben tratamiento es probable que tengan una cronificación de estos trastornos y tienen más riesgo de desarrollar otros trastornos psiquiátricos como la depresión o el consumo excesivo de sustancias tóxicas. Experimentar ansiedad de forma crónica puede afectar el funcionamiento del resto de sistemas del cuerpo y aumentar el riesgo de tener enfermedades médicas (como desórdenes gastrointestinales o problemas cardiacos, entre otros).

En cuanto a la edad de inicio, los trastornos de ansiedad se encuentran entre los trastornos de aparición más temprana. En el siguiente gráfico se indican las edades aproximadas en las que suelen aparecer los diferentes trastornos de ansiedad.

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